A flor de piel.

Como ababol abriendo sus hojas y volvoreta posada en la piel aterciopelada, sintiendo el vaivén onírico del sentido natural. Crepúsculo enfurecido afincado en la punta de mis dedos haciendo mover cada falange, caricias chispeantes que revuelven la danza orgánica. Así te siento cada instante de mi haber. Tímido ocaso haciendose paso al albor de la mañana, conversando con la estructura carnal, susurrando el alma... Pequeña gota de agua deslizandose alegre por sentir que el oxigeno la fusiona con la materia y a su vez la penetra entre las finas capas de piel. Danza sensual alborotando mis sentidos, avivando mi ser.