miércoles, 1 de febrero de 2012

Te lo digo en silencio.

Ausente clamor ensombrecido por la fuerza de la solemne quietud. Frases atolondradas circundando por el canal internado en el corazón... órgano latente estremeciendose ante la vibrata sensorial. Sentido que me da la fuerza para alimentar las almas y terrible temblor al paso del deseo. Cuando escribo, mis dedos bailan, cuando hablo, mi voz tiembla. Fortaleza perenne que deshace el muro a la vez que lo construye, partículas de fuego abrasando el elemento... Cual ha sido la causa de tanta quietud? La mirada que todo lo siente despierta alborotada al tono de mis palabras. Vestigios de sonata con melodía interior. Te lo digo, cuando duermes...

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