domingo, 8 de enero de 2012

El camino errante.

Esquirlas clavadas en la suela del zapato repicando al son del transito ascendente. Líquido que empapa la materia en su caminar, calor que ahoga un estado menor... Aún volando atisbo la silueta escondida tras el tejido orgánico incrustado en la tierra, ráfagas de viento desvían la solitaria sensación del querer ser. A priori descubro la esencia libertaria del conocer, a la vez que trago polvo en mi respirar mas profundo... Tremendos ellos, sugerentes espacios huecos entre si... Una a una voy a desgranar las partículas que devoran la trascendente estancia en el ascenso, evitando así precipitar la caída.

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