Tricotando fantasmas.

De la carcajada al llanto, pasando por la declamación, estado visceral que me oprime el corazón. Verdugos arrodillados suplicando clemencia, precuela enmarañada de teluria espesa, narrando la historia sin fin. Entre bambalinas tricoto la red que reclutará a los espectros oscuros. Revolución interna emanado pasión por los poros. Abro los ojos y de rojo oscuro se tiñe la piedra, verdadera limpieza humana. Horror en mis mejillas calma las entrañas liberadas de represión. Desde cuando pernocto en tan onírica situación? Falacias destruyen la inocencia infantil, mientras, me despojo de tal pellejo arduo. Desde la malla tejida con vidrio, me apearé un momento a observar cuán de fácil es atrapar a los entes perecederos... mas adelante posaré pie rumbo a la calma libertaria.