sábado, 4 de febrero de 2012
Ensayo para una crisálida en la Torre.
Iracundo ser en pañales, tu, pequeña vida atrapada en lo alto de la piedra mas cerca del cielo. Que sientes poco el tajo helador de la corriente. Dime, atisbas la llanura bajo tus pies? Deseos plasmados en la roca arañada, transformación simbiótica entre el espacio y los efluvios soterrados... Gran pereza al descender de tu Torre, quizá atemorizada por tu triste realidad... es posible, como tortuga nonata, que roces la tierra blanda, alimentando así tu existencia natural. A otra visión, puede que en el trayecto descendiente explotes por la presión. Difícil decisión criatura minúscula, que si la vida te ha dado poder, poder debes de abandonar a la suerte. Transforma tu cuerpo en alas, transita en el ciclo que te ha sido otorgado. Tu, diminuto ser, recicla tu vida... aliméntate.
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Cuando las mariposas salen, se comen su propia prisión
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